Ha comenzado la cuarta fase de la clasificación asiática rumbo al Mundial. Seis selecciones han sido repartidas en dos grupos, donde los ganadores obtendrán el pase directo, mientras que los segundos clasificados se jugarán entre ellos la tercera plaza disponible.
Emiratos Árabes Unidos llega a este encuentro en un gran momento de forma. El ambicioso plan de desarrollo deportivo, basado en la naturalización de jugadores, empieza a dar frutos. En septiembre, vencieron con autoridad a Baréin (1-0) y Siria (3-1), y durante el verano también derrotaron al Lecce (3-1), equipo de la Serie A italiana. La solidez del bloque y la evolución táctica se reflejan en el juego y en los resultados.
Omán empató sin goles ante Catar en su estreno en esta fase clasificatoria, pero el punto obtenido fue casi milagroso. Apenas generó 0,17 xG en todo el partido y tuvo solo un 30% de posesión. En contraste, Catar remató 13 veces, acumuló 1,32 xG y dispuso de dos ocasiones clarísimas. El planteamiento fue puramente defensivo y no dejó buenas sensaciones.
Emiratos Árabes Unidos es el claro favorito, y con razón. Omán no ofrece garantías ni en juego ni en resultados recientes. En condición de visitante y ante un rival muy superior en lo técnico y físico, no parece que pueda plantear resistencia real.